La discrepancia sobre ciertos temas es normal, saludable y productiva en toda sociedad humana, cuidando siempre y en toda circunstancias el respeto, la consideración y la cortesía que todos los integrantes, se merecen, procurando hacer uso de una gran virtud: LA TOLERANCIA, como actitud permanente en el trato social, respetando las ideas de todos los miembros de una misma familia, promoviendo una conciencia de solidaridad y fraternidad, cuidando que no solamente nos expresemos libremente sino que también seamos conscientes de nuestra responsabilidad personal y asociativa.
Los directivos están en la obligación de dar el ejemplo en el cumplimiento de los deberes para con los trabajadores alentando su desarrollo y promoviendo su progreso.
miércoles, junio 24, 2015
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