La pintura intuitiva es el arte de fluir. Es una pintura holística que comprende el arte como una totalidad donde se aprende lo académico y las técnicas de disciplina interior (contemplación, visualización y meditación), las cuales ayudan a descubrir y desarrollar el potencial personal. También es una pintura que invita a crear desde el gesto espontáneo, así logra despertar la verdadera potencialidad en forma libre.
La manera holística es la unión del cuerpo, la mente y el espíritu, y se plantea con mucha libertad, primero con uno mismo para luego hacerlo con el color, la espátula, el pincel y las formas. Es ahí cuando se siente una alegría y aparecen los recursos creativos, los cuales se expresan de diferentes maneras. En este momento la persona queda como un espectador y se abre una diálogo interior y exterior que se unifica con el universo tangible y con uno invisible donde van saliendo, espontáneamente colores o imágenes que no se pensaba encontrar.
La pintura intuitiva, es una respuesta de búsqueda y encuentro consigo mismo, mediante
la meditación y se vincula con la naturaleza como fuente de inspiración.